Qué pasa cuando no se reponen los dientes extraídos o perdidos

¿Sabías que solo el 5% de las personas mayores de 65 años conservan todos sus dientes? A lo largo de nuestra vida pueden darse situaciones en las que terminemos perdiendo alguna pieza dental o nos la tengan que extraer pero, ¿conocemos las consecuencias de la pérdida de dientes?

¿Por qué se caen o se extraen los dientes?

En la infancia es natural y normal que se caigan los dientes de leche para dar lugar a la dentición definitiva, un proceso que suele darse entre los 6 y 12 años de edad, aproximadamente.

Pero la pérdida de dientes definitivos no es natural y siempre se considera patológica. Los principales motivos para que se de la pérdida de una pieza dentaria son:

• Periodontitis severa: cuando la enfermedad periodontal se agrava y no se controla a tiempo, el sistema de sujeción dentaria se ve afectado hasta tal punto que puede darse movimiento dental y pérdida de la pieza.
• Caries avanzadas: al igual que en el caso anterior, si una caries no se trata a tiempo puede llegar a complicarse y afectar a la raíz dental y el hueso donde se aloja. En ocasiones en estos casos se extrae el diente al completo para evitar que provoque problemas en los dientes adyacentes.
• Fracturas y daño dental severo: si algún diente ha sufrido un traumatismo importante y no es posible tratarlo, lo recomendable es extraerlo para evitar dolor y posibles infecciones.

¿Qué ocurre cuando se cae o se extrae un diente y no se repone?

Las consecuencias de la pérdida de dientes son varias, pudiendo afectar tanto al resto de la salud bucodental como al estado general y mental del paciente, sobre todo si estos no se reponen.

Al quedar un espacio donde antes había un diente, los dientes adyacentes tienden a desplazarse poco a poco para intentar ocupar el espacio que ha quedado libre. Estos movimientos consisten en una inclinación de los dientes hacia el hueco libre, dando lugar por tanto a cambios en toda la arcada y pudiendo afectar además a la masticación.

Todo este movimiento dentario provoca que aumente el riesgo de desarrollar caries y que puedan acumularse más fácilmente restos de comida y placa bacteriana entre los dientes, acelerando así la posibilidad de desarrollar enfermedades periodontales.

En resumen, las principales consecuencias de no reponer un diente extraído o perdido son:

– Problemas al masticar

Debido al movimiento de los dientes y alteración de la conformación natural dentaria, pueden darse problemas masticatorios y, en consecuencia, dolores en las articulaciones que participan en el proceso (dolores mandibulares, dolores cervicales).

– Problemas a largo plazo a la hora de querer colocar un implante

Si se decide más adelante reponer la pieza perdida o extraída, es posible que el proceso se complique ya que el desplazamiento de los dientes puede alterar el espacio disponible para colocar un implante. Esto puede suponer tratamientos adicionales y sumará complejidad al proceso de implantación.

– Predisposición a las caries y enfermedad periodontal

Como hemos visto anteriormente, el movimiento dentario hará que queden más huecos donde pueden desarrollarse caries y aumentará la predisposición a acumular restos de comida, placa y sarro dental.

– Problemas estéticos y de autoestima

La falta de un diente es uno de los problemas dentales que más preocupan a la mayoría de pacientes, sobre todo debido al impacto estético que supone. Además, esta alteración en la estética de nuestra sonrisa puede acarrear pérdida de autoestima y confianza en uno mismo, pudiendo avanzar hacia problemas mentales más graves.

¿Qué hacer tras una extracción o pérdida dental?

Hemos visto que, ante la pérdida, caída o extracción de una pieza dental, van a desencadenarse una serie de procesos que pueden agravar el estado de nuestra salud. Por lo tanto, lo más importante es reponer el diente perdido a la mayor brevedad posible.

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